En Pirmasens, Alemania, cerca de la frontera con Francia, el radar de tráfico saltó y fotografió a "alguien" que había superado el límite de velocidad de 30 km/h en esa carretera.
Para asombro de los agentes de policía al ver la imagen en comisaría, el infractor era un periquito, que alcanzó los 43 km por hora.
Si no os lo creéis, podéis consultar el tweet original.
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